Por: *Isabela Galli
Vicepresidenta y Directora General
Avery Dennison Materials Group para América Latina.
El sector de bienes de consumo envasados (CPG, por sus siglas en inglés: Consumer Packaged Goods) atraviesa un momento clave, impulsado por una creciente presión por parte de consumidores, minoristas y entes reguladores, quienes demandan programas de sostenibilidad más eficaces y transparentes.
Estas exigencias, provenientes tanto del mercado como de los marcos normativos, representan no solo desafíos, sino también oportunidades significativas a lo largo de toda la cadena de valor.Las marcas que se adelantan a estos requerimientos comprenden que la innovación en envases ya no es una opción: es una necesidad estratégica para capitalizar nuevas oportunidades y alcanzar los objetivos de sostenibilidad con eficiencia.
Avanzando hacia la circularidad
La transición hacia una economía circular está siendo impulsada por una serie de tendencias convergentes. En distintos países y regiones, los gobiernos están fijando metas ambiciosas para los envases, enfocadas en reducir emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar las tasas de reciclaje y disminuir la generación de residuos.
En América del Norte, por ejemplo, se han implementado normativas que establecen porcentajes mínimos obligatorios de contenido reciclado postconsumo (PCR) y leyes de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que otorgan a las marcas una mayor responsabilidad sobre el ciclo de vida de sus envases.
La demanda de los consumidores también es determinante. Para muchos, el envase representa uno de los elementos más visibles y manejables de la sostenibilidad de una marca. De hecho, cerca de un tercio de los consumidores considera que los envases sostenibles son una de las tres principales formas en que una marca demuestra su compromiso con el medio ambiente¹. Esta percepción influye directamente en las decisiones de compra, favoreciendo a aquellas marcas cuyos productos y envases evidencian un enfoque auténtico hacia la sostenibilidad.
A su vez, los minoristas están utilizando su poder de compra para promover el uso de materiales reciclables o compostables, reducir el volumen de envases e incluso fomentar sistemas de recarga o reutilización que ayuden a minimizar los residuos.
Sin embargo, a pesar de los avances, persisten desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a mejorar las tasas de reciclaje. Aunque casi todas las grandes marcas globales de CPG han asumido el compromiso de lograr envases 100% reciclables, reutilizables o compostables para 2030³, más del 80% aún están lejos de cumplir sus metas⁴. Esta brecha evidencia la necesidad de una innovación más profunda y estructural que supere los cambios superficiales y genere transformaciones reales.
El envase como motor de circularidad
En el camino hacia una economía circular, los envases adquieren un papel protagónico. Hoy, no solo deben reflejar el compromiso de la marca con prácticas sostenibles, sino que también funcionan como herramientas educativas que ayudan a los consumidores a adoptar hábitos de reciclaje y reutilización, impactando directamente en el ciclo de vida del producto.
La huella ambiental de los envases es considerable: cada año se producen alrededor de 3.5 billones de envases para alimentos, bebidas y productos de higiene personal y del hogar⁵. El consumo global de plástico se ha cuadruplicado en los últimos 30 años, representando el 3.4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y generando 350 millones de toneladas de residuos, de los cuales el 40% proviene de envases⁶. Esta realidad exige repensar los materiales, el diseño y los procesos para reducir el impacto ambiental de este componente omnipresente en nuestra vida cotidiana.
En este contexto, el reciclaje juega un rol fundamental. Por ejemplo, los plásticos rígidos reciclados, como el PET y el HDPE, emiten más del 70% menos gases de efecto invernadero en comparación con sus equivalentes vírgenes⁷. Para dimensionar su potencial impacto, un aumento de apenas 1% en la tasa de reciclaje podría evitar alrededor de 2,000 toneladas de residuos plásticos al año para una empresa de bebidas que produce 10 mil millones de botellas⁸.
El aporte de las etiquetas autoadhesivas
Cada componente del envase puede contribuir de forma decisiva a la circularidad. En este sentido, los avances en etiquetas autoadhesivas sensibles a la presión (PSL, por sus siglas en inglés) están ganando protagonismo como una tecnología clave para facilitar envases más sostenibles.
El desarrollo de adhesivos de liberación limpia ha mejorado notablemente la calidad del plástico reciclado y permite fabricar botellas reutilizables con mayor durabilidad. Estas soluciones, altamente sostenibles, han sido reconocidas por entidades como la Association of Plastics Recyclers (APR) y RecyClass, por su compatibilidad con los flujos estándar de reciclaje de plásticos rígidos como el PET y el HDPE.
Además, las etiquetas autoadhesivas con capacidades digitales, como la incorporación de RFID o códigos QR, pueden acelerar la transición hacia sistemas de envases circulares mediante:
- Mayor transparencia en la cadena de suministro, trazabilidad optimizada y menor desperdicio.
- Incentivo a la participación del consumidor en esquemas de devolución de envases retornables.
- Optimización logística y reducción de costos gracias al uso de etiquetas RFID.
Lo esencial para las marcas del futuro
El movimiento hacia la sostenibilidad y la circularidad transformará radicalmente la industria del empaque en los próximos cinco a diez años. Las marcas con visión de futuro tendrán un papel fundamental al liderar la expansión de las infraestructuras de reciclaje, fomentar la reutilización y contribuir a la reducción de emisiones y residuos a gran escala.
En este contexto, las innovaciones en tecnologías autoadhesivas PSL pueden convertirse en aliados estratégicos clave para las empresas que buscan empaques verdaderamente sostenibles. Aunque la transición implicará desafíos importantes, los beneficios serán aún mayores para quienes logren integrar la circularidad de manera efectiva dentro de su estrategia de empaque.
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